Hace ya
realmente mucho tiempo que tres prohombres de la discusión mundial iniciaron un
espacio donde esta notable práctica pudiera ser llevada adelante y cada uno
pudiera mostrar sus habilidades, exhibiendo un ataque feroz que imposibilitara
cualquier tipo de respuesta al mismo tiempo que desplegara una defensa
insuperable que evitara cualquier tipo de daño ante lo que el rival pudiera
llegar a decir.
Ya me imagino
al inicio de esos tiempos gloriosos, época de Oro para la discusión, venir
caminando a estos tres próceres (en cámara lenta y con música que realce su
imponente figura ante la tarea a realizar). De un lado estaría Martin Von Pazzz,
con su flamante doctorado en ciencias ocultas y todo su genio al servicio de
destrozar contendientes en la dialéctica discuteril. Del otro lado se ubicaría Pablo
Fratttini, el representante argentino que nos brindó tanto honor y orgullo con
sus licenciaturas y su problemita ahí, en el coxis. Y en medio de ellos, el
moderador, ejemplo de la corrección en la gresca verbal, ejemplo de adecuación
a las reglas de la amada lucha gramática y ejemplo de cómo armar un bolichito
sin tener un solo peso en el bolsillo; me refiero, por supuesto, a Adulfo
Pistarino.
Contra viento
y marea, ellos fundaron esta academia de la palabra certera. En realidad
estaban en tierra y apenas había un brisita, pero con la mamúa que tenían
encima lo vivían como si estuvieran frente a la peor tormenta en medio del océano.
Ellos fueron recibiendo las consultas de muchos de nosotros que veíamos luz y
queríamos entrar a ver de qué se trataba, hasta formar discutidores de medio
pelo. Y bueno, milagros no podían hacer. Pero todos pudimos conocer a Bertha, la
gorda perversa, y ella hacía maravillas con cada uno de nosotros.
Con el paso
del tiempo, Mr. T y yo, Centauro, conseguimos convertirnos en discutidores
federados, como nuestros ídolos y Don Muzza se puso en los zapatos de
Pistarino, pero después se los cambió porque tenían demasiado olor.
Y así, hoy,
recién empezado el 2017, invadido por la nostalgia, quiero gritarle a los
cuatro vientos que el legado de Discusiones Bizantinas no está muerto ni
olvidado, pero estoy afónico así que solo puedo escribirlo acá.
Salud,
inmortales Discusiones Bizantinas, tu recuerdo nos acompaña siempre…
7 comentarios:
Por una vez voy a coincidir con usted, el legado está mas vivo que nunca. Alcanza con salir a la calle, ir a una reunión familiar, salir a dar una vuelta con el auto, o hasta prender la TV, para ver miles y miles de discusiones bizantinas. Lo único que varía es la calidad...
Nosotros éramos mucho mejores.
He dicho.
atte.
Mr.T
Es así nomás, Mr.T, y ¿quien le dice? Tal vez la magia vuelva a aparecer...
Basta de nostalgia y más acción. ¡QUEREMOS DISCUSIONES YA!!!!!!!
Estimados
Tendríamos que empezar una campaña para que aparezcan Von Pazzz, frattini y pistarino.
Sin olvidarnos del perro parrulo al que trataban para el culo.
Atte.- Don Muzza.-
El Plofe se la come
High Tong HO
Volvio el chino de mierda¡!
Bienvenido, compañero oriental, cuánto extrañábamos su sabiduría.
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