Segundo desafio a un federado

Estimados, bien venidos a otra nueva y apasionante discusión donde nuestros dos contendientes traerán al igual que Edenor (o Edeusr según el caso) un poco de luz sobre este tema tan apasionante que es la sal o la pimienta.

En este caso lo tenemos al Estimadisimo Mr T poniendo todos sus argumentos a favor de la Pimienta y a la Estimada Flor haciendo lo mismo sobre la sal.-

Estimados con ustedes las opiniones y a votar!!!

Atte.- Don Muzza.-

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Flor a favor de la sal
Emm…bueno, ¡hola! Qué tal, qué tal… que nerviossss! Esta oportunidad es para mí realmente un gran desafío. Confieso que he estado siguiendo el blog desde hace algún tiempo, pero aún así me intimidaba mucho participar. He observado una gran calidad en las discusiones llevadas a cabo, que difícilmente llegaré a igualar, pero heme aquí, intentando hacer un papel digno y no aburrirlos. Espero haber entendido claramente las reglas del juego (como así también espero, ya que estamos, que me tengan un poco de piedad, seguramente con el tiempo mejoraré). Pero bueno, basta de lamento y humildad, a ver que puedo hacer con este importante, experimentado y federado discutidor.

Para ser sincera, la discusión que nos reúne aquí hoy no es para nada sencilla, y sobre todo si de cuestiones alimentarias se trata. Hay de todo y para todos los gustos.

Antes de ponerse a discutir si tal alimento, o en este caso, condimento, es bueno o malo, seria primordial focalizarse en quien lo está consumiendo. De hecho, si así me lo permiten, quisiera enfatizar este punto: la mucha (o poca) fuerza de voluntad del comensal hará de un alimento algo positivo para sí, o algo perjudicial para el organismo. Tengo en claro o creo entender que esa seria otraaa discusión, pero no puedo dejar de traerlo a colación siendo que seguramente los efectos negativos de la sal serán algunos de los primeros temas a enunciar por mi contraparte, o bien, por cualquiera de ustedes que osara ubicarse en el lugar de esta servidora. La clave, por tanto, residirá en saber cuándo y cuánto –por sobre todo- salar los alimentos, siendo conciente de que el susodicho ingrediente ya forma parte de la comida que está en el plato, la cual ha sido condimentada durante la cocción (algo que no sucede con la pimienta: la sal es usada en absolutamente todo tipo de preparación, mientras que el otro condimento, muy raras veces).
¡Qué historia, la de la sal! Nacida en China, como no podía ser de otra manera, crecida y comercializada en Europa, disputada en América. Desde ese entonces, se largó a hacer su propio camino. La sal es un condimento único, diríamos hasta irremplazable. Además de tener múltiples usos: sin ella, los pueblos muy primitivos no hubiesen encontrado una mejor manera de conservar sus alimentos y librarlos de posibles microorganismos que los pudiesen atacar. Que importante habrá sido que se constituyó en un elemento de innegable valor para las economías antiguas, siendo incluso una moneda. La gente, para realizar sus transacciones diarias, solo tenía que tener unos sobrecitos de sal en el bolsillo. ¿De dónde pensaban que venia el término salario, si no? Aaaaaah, el salario, salaaado placer. Un gran deleite culinario cuyo nombre también proviene de la sal, ya todos lo imaginarán, es la famosa mezcla de ingredientes que acompaña nuestro plato de ravioles los domingos, o que enaltece cualquier porción de un buen asado (ufff, salsa criolla, ¡cuantos apetitosos recuerdos acuden a mi mente!)
La sal existe, la sal es usada diariamente, de hecho, nuestro cuerpo necesita de ciertos valores diarios para funcionar correctamente. Sin estos valores necesarios, nos debilitamos, nos volvemos apáticos, experimentamos un cierto malestar. Usada en su justo medio, es perfecta. Potencia el sabor de la comida, la hace más apetitosa, puede convertir el plato más sospechosamente comestible a un “mmm, ¡que delicia!”. Desafío constante para los cocinadores amateur: representa todo un arte, poder determinar la cantidad exacta a utilizar para de esta manera impresionar a los comensales. Es tan esencial para el organismo que en la lengua hay un receptor gustativo específico y único para su sabor.
Soy conciente, y espero con esto no estar cavándome mi propia fosa, que no faltarán quienes sostengan lo peligrosa que es la sal algunas veces. Pues bien, yo les diría, que no hay tanto por lo cual preocuparse. Por ejemplo, para la conservación de los alimentos, la sal está dejando de ocupar el lugar de privilegio que supo tener en la antigüedad, sin esto significar que haya disminuido su uso. Todos los avances tecnológicos en materia de refrigeración y congelado de alimentos, permiten evitar por completo el empleo de la salazón sobre los alimentos. Esto último no significa, en absoluto, la desaparición de la sal como conservante y menos aún como condimento. Por otro lado, y siguiendo en la misma línea, estudios recientes han demostrado que la sal, en la mayoría de los casos, no es la causa directa de la hipertensión. Esto nos lleva nuevamente a revisar el rol del hombre en su consumo: entendiéndolo de esta manera, con total seguridad afirmamos que la sal no es mala per se.
Una de las características más irresistibles de la sal es su sabor. Quien no imagina algún que otro beso salado en la playa, en un atardecer de verano, después de haber pasado todo el día en el mar…Sal y verano, combinación a la que muy pocos se podrán resistir. Los salares, que son los espacios naturales en donde diferentes tipos de sales se van acumulando, constituyen un gran atractivo turístico, por ejemplo. Esto quiere decir que miles de personas tienen en cuenta en este punto de interés a la hora de planificar sus recorridos vacacionales.
No quisiera dejar de nombrar en esta ocasión a una variante interesante de la sal, el bicarbonato de sodio. Él mismo tiene efectos beneficiosos para la salud, que permite tratar malestares estomacales varios, como los que generan esas horribles y dolorosas aftas en la boca. Pensando siempre en el equilibrio a lograr entre los alimentos y nuestra salud, ahora existen diferentes marcas que ofrecen un tipo especial de sal de mesa, especialmente pensada para reducir el impacto que la misma puede tener en el organismo de personas con ciertas enfermedades. Por lo tanto, una muy buena noticia que sigue manteniendo a la sal en un lugar de privilegio: no solo no deja de ser sumamente importante para la nutrición, sino que su calidad mejora a través de los años.

Como venimos viendo (los que hayan resistido la tentación de quedarse profundamente dormidos), la sal tiene múltiples usos, más allá del alimentario. Imposible no mencionar la acción que la sal ejerce sobre la nieve, permitiendo su derretimiento, evitando la formación de hielo y, de esta forma, liberando autopistas y calles para que todos los automovilistas puedan circular normalmente. La sal sirve también para tratar manchas de difícil remoción de cualquier prenda, y así continuamente, siendo empleada en diferentes y vastas industrias.

Para ir finalizando, y ya que estamos en tema, quisiera expresar mi opinión con respecto a una noticia, que estuvo circulando en estos días por los diferentes medios, que hace referencia a la eliminación de los saleros en las mesas de los restaurants. Como bien se desprende, luego de leer y releer las diferentes crónicas publicadas por los medios, el principal motor de esta medida es la tendencia irreverente, hasta viciosa podríamos afirmar, del común de la población, que no sabe encontrar este término medio del que hablábamos con anterioridad, y siguen consumiendo cuando los valores de condimentación del alimento están en óptimos y apetitosos niveles para su consumo. Al no poder lograr un cambio de conciencia en el hombre, las autoridades no tuvieron otra opción que eliminar el minúsculo salero que engalanaba la mesa y obligar al comensal, en última instancia, a que amablemente requiera el mismo.

Como ha quedado ampliamente demostrado, la sal es no solo un condimento único para las comidas, sino un elemento de indiscutible utilidad en otros aspectos de la vida cotidiana. Difícilmente la pimienta, el orégano, el pimentón (por nombrar algunos), puedan reemplazar sus múltiples funciones. La acepción negativa que usualmente suele atribuírsele no está correctamente enfocada, dado que el problema es el uso que las personas hacen de ella, no la sal en si.

Bueeeeno… no me queda más que agradecerles por su atención, esperando haber enaltecido el nombre de la sal ante los ojos y paladares de todos Uds. Un verdadero placer poder haber participado en este gran templo del saber y la discusión. Un especial saludo a mi rival de turno y…será hasta la próxima (o al menos eso discutiremos en otro momento).


Mr T a favor de la pimienta

¿Que tal Sres.? Mientras que algunos gastan su tiempo en discutir las reglas para futuras discusiones, lo cual no sería grave si no se hubieran opuesto férreamente al sistema burocrático, nosotros nos encontramos acá nuevamente para discutir un tema por demás picante. Que es mejor la sal o la pimienta. Obviamente yo estaré a favor de la pimienta. Primeramente, y antes de destruirla, quiero felicitar a mi rival de turno por animarse a discutir y someterse a nuestras autocráticas normativas.
No quiero herir los ojitos de todos aquellos que despotrican y se toman el tiempo a la vez de contar cuantas palabras tienen mis posturas (esta ronda las 910 palabras), así que sin más diatriba voy a comenzar con los indiscutibles argumentos a favor de la pimienta:
HISTORIA: La pimienta es considerada la reina de las especias, proveniente de la india mucho antes del 600 AC. Fueron los romanos quienes la comenzaron a utilizar para fines afrodisiacos (utilización que se prolongó también durante la edad media). Fundados en el calor y voluptuosidad que brinda la misma al cuerpo, antes de una noche de fiestas se comían un par de granos, humillando con su vigorosidad latente a cualquiera de los pelastrunes que ahora se creen que el viagra les sirve para algo. De más esta decir que si al sexo nos remitimos, mientras que la pimienta es beneficiosa, la sal al afectar el correcto flujo sanguíneo, disminuye la sensibilidad de los órganos sensuales haciendo que cualquier acto sexual tenga tanta emoción como rascarse la oreja.
Si muchos de los que entran acá, pertenecieran verdaderamente a Grecia sabrían que la pimienta fue la especia que desplazó al silfión, una hierba amarga e incomible que dejaba mucho que desear como condimento.
En época bizantina esta semilla cobro vital importancia debido a la comercialización entre alejandrinos y venecianos. A tal punto llego la importancia de la misma, que en Venecia hacia 1222 el dogo pietro zanni propuso a los venecianos trasladar la capital a Constantinopla. Erróneamente, según mi criterio, ganó la negativa gracias al voto no positivo de algún impresentable de aquella época.
En resto de la historia nos muestra a la pimienta en un papel protagónico por sobre otras especias, participando hoy en día en cada uno de nuestro platos para darle un sabor mas intenso y lleno de energía.
SALUD: Es por demás conocido lo malicioso que es para el organismo todo el consumo de sal. A tal punto que en la provincia de buenos aires se planea restringir la utilización de la misma en los restaurantes, equiparando prácticamente a la sal con la prohibición que se aplica a los cigarrillos. Pero, tan graves son sus efectos como para que se la prohíba? Claramente, como demostraré a continuación, sus efectos son muy perniciosos contrariamente a la que pimienta que es recomendada como una inofensiva alternativa a la sal como también por sus propiedades positivas. Cito ejemplos: el consumo de sal aumenta la retención de líquidos en el cuerpo afectando el normal funcionamiento de los riñones desencadenando inestabilidad en la presión arterial, la cual puede culminar en un terrible y doloroso infarto. Pero, una consecuencia mas dolorosa que un infarto (y sobre todo para el público masculino) es que la sal puede llegar a generar o agravar la celulitis en la mujer.
En la vereda de enfrente se encuentra la pimienta, la cual es harto beneficiosa para la salud. Sirviendo, para desinfectar heridas, tiene poderes vasoconstrictores, siendo también beneficiosa para la vejiga y el útero.
SABORES: Tenemos grandes variedades de sabores de pimienta, de acuerdo al origen color, etc. Brindándonos siempre la posibilidad de experimentar con nuevos sabores en nuestro platos. Eligiendo la pimienta mas adecuada para la ocasión ya que la misma es una gran acompañante de cualquier comida. En cambio la sal, partícula aburrida, siempre tiene el mismo asqueroso sabor (sin importar la marca, o que sea fina o gruesa). Sabor que conspira con cualquier plato, al no operar la misma como un complemento sino como un agente negativo que bloquea al paladar haciendo que todo tenga gusto a sal.
De todo esto se desprende que la sal es la aliada incondicional de las cadenas de comida rápida que envenenan nuestro paladar y cuerpo a diario con alimentos impregnados de la misma. La grasa de los mismos en conjunción con los efectos de la sal son un coctel explosivo que tarde o temprano llevarán a la muerte a cualquier comensal. La pimienta, por otro lado, representa el lado agradable de la cocina, utilizada por chef para darle un toque distintivo a los alimentos que finamente confeccionan.
Como si todo esto no fuera poco, la sal (además de todas las contras que tiene) es yeta. No vaya a ser que se nos caiga un poquito de sal a la mesa para que una gran desgracia se nos pose sobre nuestra cabeza. Claro siempre está la posibilidad de agarrar la sal que se cayo y tirarla sobre nuestro hombro izquierdo o derecho, o vaya a saber donde (y así y todo dudo mucho que tal estrategia funcione ).
Podría seguir varias horas disparando argumentos favorables a la pimienta, los cuales seguramente serán expuestos en discusiones posteriores en el foro, pero no quiero traumar a la srta. Y mucho menos que esto se interprete como violencia de género así que me voy preparar el exquisito lomo a la pimienta con el que me deleitaré esta noche.
Atte. Mr.T