09 marzo 2011

Breve historia de un centauro

Presentamos aquí con gran orgullo (para él) la historia de uno de los nuevos prohombres de la discusión mundial, aunque en realidad deberíamos decir que es un pro-medio-hombre de la discusión, o quizá discutir que es un hombre, o tal vez medio-discutir-hombre, o… puff, este tipo me da vueltas el cerebro.

Bueno, no tenemos idea si es un hombre, un caballo, miti y miti o qué cuernos es, la cosa es que Centauro se convirtió en uno de los Discutidores Federados del blog y esta es su presentación en sociedad, como quien tiene un hijo y lo presenta ante las cámaras, solo que él tiene menos prensa aguardando su aparición que la última verruga de Chiche Gelblung.

Como les decía, esta es su historia.


Mucha es la nostalgia que me invade al tratar de recordar mis pasos desde que era un purrete hasta hoy, tantas situaciones he vivido que realmente no sabría por donde empezar, creo que una recorrida cronológica sería lo más adecuado para ordenar los hechos y los pensamientos.

Nacido en una familia pequeña, pronto sobresalí ante los demás por ser alguien que presentaba una sutil mezcla de mis progenitores, papá Epifanio se volteó a la yegua de la vecina (realmente doña Sarita era una yegua) y luego, como eso no le había gustado y él era medio insaciable, se empomó a la yegua (equina ella, yo le decía: “mami”) que estaba en los establos; unión de la cual salí tomando lo mejor de ambos (los ojos de mamá y la nariz de papá) y también lo peor de ellos (salí mitad hombre y mitad caballo).

A pesar de todo esto tuve una niñez feliz, tuve muchos amigos y alguna que otra centáuride me concedió sus favores. Descubriendo gente fue que tuve la oportunidad de conocer a quien sería mi guía, mi Maestra y mi diosa, estoy hablando de Palas Atenea, la ojizarca, la rapaz, que atemoriza a hombres y dioses cuando entra a la lid. Zeus la llama “chuchi”, por ser su hija preferida.

Ella me enseñó todo lo que un mortal puede aprender y yo fui un buen alumno, especialmente interesado en lo referido a la psicología humana, que siempre me fascinó y por lo que muchas veces me llamaron: “el psicólogo”.

Tiempo después tuve la posibilidad a mi vez de entrenar a muchos hombres, algunos de los cuales hicieron hazañas memorables, tales como Heracles, Aquiles y Don Pocho, que teniendo solamente dos dientes se levantó una mina que estaba para rechuparse los dedos. Aunque trataron indignamente de ensuciar la relación que siempre me unió con mi gran amo… digo, mi gran amigo Aquiles, él y yo solo somos buenos amigos (jamás me llevó el apunte, el muy desagradecido. ¡Después de todos los desvelos que pasé por él!).

También brindé mis servicios y mis conocimientos a toda la humanidad por lo cual Zeus me recompensó otorgándome la inmortalidad, de la cual gocé ampliamente hasta que me morí.

No, posta, me morí de verdad. Sí, era inmortal, pero… tesplico: mi amigo y antiguo alumno, Heracles, sin querer me disparó una flecha envenenada y como yo no podía morir me ardió y me quemó como la recon… recontra flauta, así que Zeus me dejó morir cambiándome de lugar en el Hades con un finado que quería vivir. Se ve que después Papote se apiadó y me invitó al Olimpo, donde creí entrar como uno más entre los inmortales y me terminaron usando de che pibe, los muy granujas.

Por lo menos ahí tenían computadora con Internet y paveando de lo lindo en el blog de Podeti, que estaba en Clarín, me metí en los blogs que él había destacado y me aburrieron todos, excepto uno llamado Discusiones Bizantinas.

Y ahí comenzó la leyenda.

Primero leí cualquier cantidad de cosas que me hicieron llorar de la risa por su estilo absurdamente violento y desenfrenado sin caer en lo soez. Supe admirar la elocuencia poética, la genialidad y la grandeza del inigualable Von Pazzz y reconcí abiertamente su genio superior; también descubrí a Fratttini y el enfrentamiento ideológico fue inmediato. Luego pude discutir, recuerdo mis debates con el gran Kace y varios más. Incluso un joven muchacho, el licenciado en todo Peturra, me permitió revivir mis años de maestro al ponerse bajo mi tutela y ser entrenado.

Todo aquello me impulsó a abrir mi propio blog, el cual duró casi dos años con un número de comentarios en cada publicación que jamás hubiera imaginado, hasta que los tiempos me fueron adversos y no podía seguir posteando como antes; luego nació Agustina y el blog se convirtió en un archivo de la princesita.

Pude participar en algunos concursos, pero no tuve mucha suerte, evidentemente estaba guardando mis fuerzas para una tarea mucho más elevada.

Y la tarea llegó, se realizó un torneo para elegir al nuevo Discutidor Federado, honor solo alcanzado por Von Pazzz y Fratttini. Luego de un traspié fui vuelto a incorporar al torneo y ya no hubo detención. En la final trabé discusión con Mr. T, quien mostró ser un gran rival y el choque fue titánico. Los Federados tuvieron que anular dos votaciones ya que se había producido un despelote tan grande que ni Pistarino presagiaba lo que iba a ocurrir y finalmente ambos fuimos elegidos vencedores, cosa que discutimos y discutiremos por siempre. No es que nuestra protesta haya sido tomada en cuenta porque nosotros discutimos por todo, es que justamente ese es el espíritu de Discusiones Bizantinas que ambos llevamos como bandera.

Igual, él está equivocado y no sabe lo que dice.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

che llamen a mister ed que aca hay un caballo que habla

Mr. T dijo...

puuff, lo que me vengo a enterar. mi rival es el fantasma de un caballo.

En cuantos sandwiches habra participado este centauro!

Don Kace dijo...

como es eso ¿cómo es esto al equinoxio le hacen un biografía y a mí qué? que verguenza aleja propia!!!

Centauro dijo...

Ningún fantasma, Mr. T, estoy más vivo que nunca, solo que en el Olimpo las leyes de la vida y la muerte funcionan distinto a como lo hacen en sus tierras.

¡Don Kace, cuánto tiempo! Se lo extrañaba por acá y es siempre bienvenido. Usted ya tendrá un espacio en esta nueva era de Discusiones Bizantinas. Quédese un rato por estos pagos y verá todo lo que tenemos preparado.

(En realidad no tenemos nada, así que cualquier idea será agradecidamente abonada con Patacones, Lecop y Menemtruchos).

Anónimo dijo...

Evidentemente este... ser incalificable no despierta ningún interés en la cultura humana, eso por ser generoso con todos ustedes y llamarlos "cultura humana", que les queda grande.

Probre bicho, qué complejo de aislación que le van a generar.

Segismund Froyd.

Mr. T dijo...

Froid esta en lo cierto, mi historia es mas mejor!