22 abril 2007

Relato indiscutiblemente largo escrito por Eduvigies


Queridos!
Otra vez tenemos la dicha de encontrarnos en este espacio bizantino, con la gracia de Pistarino de nuestro lado o quizás no, pero ya dejamos claro que esta semana me tocaba escribir algo a mí.
Y qué mejor oportunidad para contarles sobre aquella memorable ocasión en que Fratttini y Von Pazzz ganaron la quiniela por los principios de 1960.
Resulta que estaban los susodichos caminando agitadamente por las calles de Villa Regina, luego de haber bajado apresuradamente de un micro que debia llevarlos a Bariloche. Si bien la parada solo era para ir al baño los señoritos (Von Pazzz por ese entonces no superaba los 60 años) se sentaron en el restaurant del parador, pidieron una parrillada para dos, y comieron alegremente mientras el micro seguía su camino (45 kms después ese mismo vehículo se quedó sin combustible en medio de la hostil estepa rionegrina- así empezaba la buena racha de los discutidores).
Viéndose solos en medio de Villa Regina (no sabiendo exactamente dónde eso quedaba) intentaron comunicarse conmigo al hotel en Bariloche a dónde había llegado con anticipación por gracia de particularidades vacacionales del sindicato al cual estaba afiliada. Para ese entonces yo ya trabajaba en la oficina de Von Pazzz administrando el archivo. Era una tarea sencilla, el archivo consistía en una cajonera absolutamente vacía que yo limpiaba dedicadamente una vez al día, manteniéndola impecable para el día en que llegara algo que guardar en su interior.
Sus llamados fueron inútiles, y era entendible ya que yo sí me encontraba en Bariloche, pero esperándolos pacientemente en la terminal a la que jamás llegaron. Lamentablemente para ellos, y afortunadamente para mi, la mayor parte del dinero estaba en mis manos, por cuestiones estratégicas: la dieta monetaria no era algo para lo que alguna vez hayan tenido voluntad.
Así que vagando por Villa Regina con poco dinero en los bolsillos y sin saber para dónde apuntar se les ocurrió una sencilla solución al inconveniente. Haciendo gala de una capacidad inigualable para la estrategia de supervivencia, el DR Von Pazzz propuso comprar una botella de
Hesperidina con la cual se emborracharían gustosos y esperarían embebidos que llegara una maravillosa solución a su problema, a lo cual agregó que podían hacerlo cómodamente desnudos en la plaza central de la ciudad. El plan funcionaba perfectamente hasta que un guardián del orden público les llamó la atención acerca de lucir esos físicos esculturales (más bien según esculturas de estéticas orientales) en una plaza transitada permanentemente por mujeres y niños sensibles.
Otra vez a la deriva, el Lic Fratttini decidió tentar a la suerte comprando un billete de lotería. El dueño de la agencia, sr
Pablo Melita, los atendió algo apresurado y tan atareado estaba que apenas miró el billete entregado. Cuál no sería la sorpresa de nuestros discutidores al darse cuenta, unas horas más tarde, de que esos eran los números ganadores.
Inmediatamente comenzaron a festejar con lo que les quedaba de hesperidina entonando canciones de victoria y elaborando complicados movimientos de baile que sencillamente espantaron a los transeúntes que los veían.
Al rato, satisfechos de sí mismos y de su suerte se acercaron nuevamente a la agencia de quiniela, para encontrarla cerrada. Pero le restaron importancia al asunto y esa noche se registraron en un bellísimo hotel de las afueras de la ciudad, pidieron servicio a la habitación y se propusieron salir a la búsqueda de dos esbeltas señoritas que los acompañaran, no teniendo suerte en la cacería como ya era costumbre.
Al día siguiente, al levantarse -no muy temprano pues no creyeron necesitar la ayuda de Dios- volvieron a dirigirse a la agencia, listos para retirar un cuantioso premio monetario.
El sr Pablo Melita, esta vez más amablemente, los recibió y los invitó a sentarse en dos cómodos banquitos artesanalmente construídos por él mismo, para pasar a explicarles pacientemente que los números vendidos a los caballeros correspondían en realidad a un billete reservado al Sr Mario Stelzer, vendido a ellos por error de distracción, sabrían ellos disculpar el ingrato deber que lo obligaba a retirarles el billete, pero quedáranse tranquilos que su buen tino sería recompensado con otro billete, en forma totalmente gratuita, y sin dudas esa tendría tanta o mayor suerte que el anterior.
Anonadados, sorprendidos, patitiesos, Fratttini y Von Pazzz no supieron hacer más que salir corriendo a todo lo que les daba, pero claro, como mucho no les daba, en seguida tuvieron que parar para respirar, agitados, y fueron alcanzados por el dueño de la agencia, por el guardián de la esquina, por el verdulero y por un grupo de niños que se sumaron a revuelo, de aburridos nomás.
Se vieron obligados a entregar el billete entre pataleos y chillidos, y se dijo que hasta piantaron algún que otro puchero mientras pedían un teléfono para volver a intentar comunicarse conmigo.
Prontamente me presenté en Villa Regina después de los 5 días que restaban de mis vacaciones, mientras ellos me esperaban instalados en la comisaría local por desacato público y por la cuenta del hotel que, claro está, no pudieron amortizar. De todas maneras en la comisaría los alimentaban bastante bien, en comparación a las porquerías que se cocinan los discutidores cuando tienen que ocuparse de sus propias comidas.
Y como siempre, la bellísima, diligente, amorosa Eduvigies arregló todo, salvando el día y demostrando una vez más su infinito amor por Von Pazzz que esa vez la saludó más cariñoso que de costumbre con un "Mah, salí de acá bruja, mirá lo que tardastes, a ver si apenas llegamos a Buenos Aires me tenés la ropa almidonada y los calzones de leopardo bien limpitos, no sea cosa que te acostumbres a estar de vacaciones"

Hasta aquí mi relato de esta vez ha llegado, queridos míos.
Que tengan todos un buen día.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo solo quelele venganza, pelo que bien esclibil uste, es lo unico valel pena en este blog

Ho amada Eduvigies cuanto quelela, quelela un monton como quelel la manteca a la tostada o el queso al dulce

Hai Tong Ho

Anónimo dijo...

Von Pazzz y Fratttini desnudos en la plaza central de la ciudad !!!???

Yo siempre dije que esos muchachos son muy pero muy muy raros ...

Dr. Frank N. Furter

Anónimo dijo...

Srita. Eduvigies, su relato un tanto incoherente me hace sospechar que hubo ciertos vahos de licores espirituosos jugándole malas pasadas a sus sinapsis mientras usted escribía (tengo entendido que la lotería no es lo mismo que la quiniela).

Y esa actividad tan desagradable de lavar los calzones de Von Pazzz sólo puede llevarse a cabo bajo los efectos de un pedo atómico. ¡¡¡¡Quién le garantiza que los manchones marrones corresponden a un animal print!!!!! La próxima vez trate de recordar que: si luce como caca y huele como caca, NO es leopardo ¡es CACA!

Chica Superpoderosa

Roscoe dijo...

Eduviges podría escribir en mi blog

Ailin dijo...

Pobre Eduvigies, si ha tenido que apelar a la compañía del alcohol no ha de ser solo por gusto, trabajando en este antro.

Anónimo dijo...

Chica supelpedo yo no pelmitil hablal asi de amada Eduvigies yo il pelsonamente y coltal podeles haciendole comel ajo cludo y tomal cocacola hilviendo

Hai Tong HO

Anónimo dijo...

El poseedor del billete es asimismo poseedor del premio...aquí y en la China también (¿verdad, Porongo?)¡no hay reserva que valga! lo que pasa es que el manfloro con tal de entregar algo ¡entregó el billete!

Anónimo dijo...

No me amenaces, champiñón tirapiedras a los trenes!

Chica Superpoderosa

Anónimo dijo...

Mmmmmmmmmmm, no sé, profesor... por ALGO los cazoncishos parecían de leopardo...

Chica Superpoderosa

Anónimo dijo...

Y entonces usted que tilal a su masajista gay?

Hai Tong Ho

Centauro dijo...

Si Eduviges continuaba trabajando para esos dos... no puede quejarse porque ella lo aceptaba.
Mucha queja, mucha queja, pero de ahí no se iba. Eso es histeria.

cieguito dijo...

eso es amor, centurión.

Roberto Peturra dijo...

Juas...
Un aplauso para Doña Edus...
U un Buuuuu para los Federados heperinidistas bizantinos, ahi va...
Buuu...
Ya stá, q mas qerian?

Ailin dijo...

Claro que se habrá quedado por amor y por no tener nada más que hacer... ¡qué eso Centauro, me extraña de ud, romántico empedernido!

Centauro dijo...

¿Romántico empedernido?
Bueno, tengo mis momentos, pero no sé si es para tanto.
Pero lo que dije no lo dije solamente por el hecho de no irse, sino también por la forma de hablar y de quejarse. Una mujer que lo haya hecho por amor en algún momento de su exposición debería hacer algún "mea culpa" de lo ocurrido y decir: "Tendría que haberme ido antes", etcétera.
Eduviges le echa la culpa de todo a Von Pazzz y eso de culpar a los demás de todo es un mecanismo bien histérico.
Y sino, pregúntenle a Kace.

Don Muzza dijo...

Estimada Eduvigies

Esos dos son unos ...

Atte Don Muzza

cieguito dijo...

es que todavía su corazón está ahi, centurión.
como no se da cuenta de algo tan llano un sabio como vd?... ah, cierto que es mitá caballo... que sabrá de amor un caballo, y menos ahora que ya se retiró la cicciolina

Anónimo dijo...

También debemos considerar que Von Pazzz le haya suministrado a Eduvigies un maligno destilado de macho cabrío menopáusico mezclado con huesos triturados de traficantes de esclavos. No olvidemos que el rumano se doctoró en ciencias ocultas balcánicas ehhhhhh. Y en los balcanes pasa de TODO.

Chica Superpoderosa

Don Kace dijo...

sin lugar a dudas la evigides es una histérica de ley... siguio acompañando a los discutidores por el sólo afan de mantener en alto su queja y poder enarbolar la bandera de "que será de ellos sin mi" ("que los completo" faltaría agregar.

si estuvo disconforme con ellos hubiera renunciado antes, pero eso de hacerse desear ante la necesidad del Otro, es tan ruin como ver Gran hermano.

Eduvuges yo tenía otro concepto de su merced, pero que ha ido en picada como un C 47 sobre el cielo germano.

Anónimo dijo...

Sres. la verdad es que este recuerdo me duele, y mas me duele el recuerdo de la zalipa que nos dieron en esa villa desagradable por el billete. Pero no nos fuimos sin pelear, es mas, antes de retirarnos les rompimos todos los vidrios, bueno no todos, pero muchos, en realidad rompimos una botella de Caña Legui en las afueras del pueblo.
Por otro lado La srta. Eduvigies, bien podría habernos contactado con antelación y así evitar todo este desagradable incidente, lo único bueno fue que la conferencia que fuimos a dar a Bariloche “El arte moderno de la discusión y su influencia en las relaciones interpersonales, interraciales e inter de Milan” con el gordo manflora fue todo un éxito, es decir la suspendieron y nos pudimos dedicar a tomar lemonchelo en la nieve hasta perder el sentido comun, que como podrán adivinar desde que lo perdimos aquella vez nunca mas lo volvimos a recuperar.
Ademas, Eduvigies el Calzoncillo no era de leopardo era amarillo, pero ud. Lo limpiaba tan poco que daba esa impresión.

Atte. Dr. Von Pazzz

Eduvigies dijo...

Me angustia y me espanta la manera en que todos han decidido colocarse en mi contra para esta ocasión, cuando todo lo que hice fue relatarles una simple experiencia ajena. Y ud, Don Kace, ya pierda sus esperanzas conmigo, evidentemente no es más que otro vulgar hombrecito simplón como Von Pazzz, y seguramente salir con ud me saldrá tan caro como cocinarle al susodicho!

Anónimo dijo...

¡¡¡Lo sabía!!! El muy chancho caga sus calzonsishos y la culpa termina siendo suya, Eduvigies.
Usted está engualichada, estimada señora. He enviado un SOS tierra adentro para que URGENTE consigan a la difunta Correa o algún Harry Potter telúrico que la salve. No pierda las esperanzas que Angelina Jolie ya lo está por plantar a Brad Pitt. La desgualichamos, la rebautizamos "Consolación" y listo.

Chica Superpoderosa